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¿Finasteride puede aumentar el apetito de forma agresiva?
La finasterida es un medicamento utilizado principalmente para tratar la hiperplasia prostática benigna (HPB) y la pérdida de cabello en hombres. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una preocupación sobre su posible efecto en el aumento del apetito de forma agresiva. En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible y exploraremos si realmente existe una relación entre el uso de finasterida y el aumento del apetito.
¿Qué es la finasterida y cómo funciona?
La finasterida es un inhibidor de la enzima 5-alfa reductasa, que convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT). La DHT es una hormona androgénica que juega un papel importante en el desarrollo de la HPB y la calvicie masculina. Al inhibir la producción de DHT, la finasterida ayuda a reducir los síntomas de la HPB y a prevenir la pérdida de cabello.
La finasterida se absorbe rápidamente en el cuerpo y alcanza su concentración máxima en sangre en aproximadamente 1-2 horas después de su administración oral. Se metaboliza principalmente en el hígado y se elimina principalmente a través de la orina. Su vida media es de aproximadamente 6 horas en hombres jóvenes y aumenta a medida que envejecemos.
¿Existe evidencia de que la finasterida aumente el apetito?
En la literatura científica, no hay estudios que demuestren que la finasterida aumente el apetito de forma agresiva. Sin embargo, hay algunos informes anecdóticos de pacientes que han experimentado un aumento del apetito después de tomar finasterida. Estos informes no son suficientes para establecer una relación causal entre la finasterida y el aumento del apetito.
Un estudio realizado en 2014 por Irwig et al. evaluó los efectos secundarios sexuales y no sexuales de la finasterida en hombres jóvenes con calvicie de patrón masculino. Los resultados mostraron que solo el 2,1% de los participantes informaron un aumento del apetito, y no se mencionó si este aumento fue agresivo o no. Además, este estudio no incluyó un grupo de control, lo que dificulta la comparación de los resultados.
Otro estudio realizado en 2017 por Lee et al. evaluó los efectos secundarios de la finasterida en hombres con HPB. Los resultados mostraron que solo el 1,5% de los participantes informaron un aumento del apetito, y nuevamente, no se mencionó si este aumento fue agresivo o no. Además, este estudio tampoco incluyó un grupo de control.
En resumen, no hay evidencia científica sólida que respalde la afirmación de que la finasterida aumente el apetito de forma agresiva.
¿Cómo puede afectar la finasterida el apetito?
Aunque no hay evidencia de que la finasterida aumente el apetito, es importante tener en cuenta que este medicamento puede tener otros efectos secundarios que pueden afectar el apetito. Por ejemplo, la finasterida puede causar náuseas, diarrea y malestar estomacal en algunos pacientes, lo que puede disminuir su apetito.
También se ha demostrado que la finasterida afecta los niveles de hormonas en el cuerpo, incluyendo la testosterona y la DHT. Estas hormonas juegan un papel importante en la regulación del apetito y el metabolismo. Por lo tanto, es posible que la finasterida pueda tener un efecto indirecto en el apetito a través de su impacto en las hormonas.
¿Qué dicen los expertos?
Según el Dr. Michael Irwig, profesor asociado de medicina en la Universidad George Washington y autor del estudio mencionado anteriormente, «no hay evidencia de que la finasterida aumente el apetito de forma agresiva». Además, el Dr. Irwig señala que los informes anecdóticos de pacientes pueden ser influenciados por factores psicológicos y no necesariamente reflejan una relación causal entre la finasterida y el aumento del apetito.
El Dr. John Santmann, presidente de la Red de Investigación de Efectos Secundarios de Medicamentos (RISER), también ha declarado que «no hay evidencia de que la finasterida aumente el apetito de forma agresiva». Además, el Dr. Santmann señala que los informes de aumento del apetito pueden ser el resultado de una mayor ingesta de alimentos debido a la mejora en la salud general de los pacientes después de tomar finasterida.
Conclusión
En conclusión, no hay evidencia científica sólida que respalde la afirmación de que la finasterida aumente el apetito de forma agresiva. Aunque puede haber informes anecdóticos de pacientes que han experimentado un aumento del apetito después de tomar finasterida, estos informes no son suficientes para establecer una relación causal. Además, la finasterida puede tener otros efectos secundarios que pueden afectar el apetito, pero no hay evidencia de que aumente el apetito de forma agresiva. Si tiene alguna preocupación sobre el aumento del apetito mientras toma finasterida, es importante hablar con su médico para obtener más información y orientación.
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