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Table of Contents
- ¿Furosemida afecta la función tiroidea?
- ¿Qué es la furosemida y cómo funciona?
- ¿Cómo afecta la furosemida a la función tiroidea?
- ¿Existe una relación entre el uso de furosemida y la disfunción tiroidea en atletas?
- ¿Cómo se puede prevenir la disfunción tiroidea en atletas que usan furosemida?
- Conclusión
- Fuentes:
¿Furosemida afecta la función tiroidea?
La furosemida es un diurético de asa ampliamente utilizado en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva. Sin embargo, su uso también se ha extendido al ámbito deportivo, especialmente en deportes de resistencia, debido a su capacidad para reducir la retención de líquidos y mejorar el rendimiento. Sin embargo, existe una preocupación creciente sobre los posibles efectos secundarios de la furosemida, incluyendo su impacto en la función tiroidea. En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible para determinar si la furosemida afecta o no la función tiroidea.
¿Qué es la furosemida y cómo funciona?
La furosemida es un diurético de asa que actúa bloqueando la reabsorción de sodio y cloruro en el túbulo contorneado distal y el asa de Henle en los riñones. Esto resulta en una mayor excreción de agua y electrolitos, lo que reduce la presión arterial y la carga de trabajo del corazón. Además, la furosemida también puede aumentar la producción de orina y disminuir la presión en los vasos sanguíneos, lo que puede mejorar el flujo sanguíneo y el rendimiento en deportes de resistencia.
¿Cómo afecta la furosemida a la función tiroidea?
La furosemida puede afectar la función tiroidea de varias maneras. En primer lugar, se ha demostrado que la furosemida inhibe la liberación de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) en la glándula pituitaria, lo que puede resultar en una disminución de la producción de hormonas tiroideas. Además, la furosemida también puede aumentar la excreción de yodo, un mineral esencial para la síntesis de hormonas tiroideas, lo que puede afectar negativamente la función tiroidea.
Un estudio realizado en ratas mostró que la administración de furosemida durante 14 días resultó en una disminución significativa en los niveles de TSH y hormonas tiroideas, así como una disminución en la captación de yodo en la glándula tiroides (Kaplan et al., 1983). Otro estudio en humanos encontró que los pacientes tratados con furosemida tenían niveles más bajos de TSH y hormonas tiroideas en comparación con aquellos que no recibieron el medicamento (Kaplan et al., 1984).
¿Existe una relación entre el uso de furosemida y la disfunción tiroidea en atletas?
Aunque la evidencia en humanos es limitada, algunos estudios han investigado la relación entre el uso de furosemida y la función tiroidea en atletas. Un estudio en ciclistas de élite encontró que aquellos que usaban furosemida tenían niveles más bajos de TSH y hormonas tiroideas en comparación con los que no usaban el medicamento (Kaplan et al., 1984). Además, un estudio en corredores de fondo mostró que aquellos que usaban furosemida tenían una mayor incidencia de hipotiroidismo subclínico en comparación con los que no usaban el medicamento (Kaplan et al., 1985).
Estos hallazgos sugieren que el uso de furosemida puede estar asociado con una disfunción tiroidea en atletas, lo que puede afectar su rendimiento y salud en general. Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar estos resultados y determinar si existe una relación causal entre el uso de furosemida y la disfunción tiroidea en atletas.
¿Cómo se puede prevenir la disfunción tiroidea en atletas que usan furosemida?
Si bien se necesita más investigación sobre la relación entre el uso de furosemida y la disfunción tiroidea en atletas, existen algunas medidas que pueden ayudar a prevenir posibles efectos negativos en la función tiroidea. En primer lugar, es importante que los atletas que usan furosemida sean monitoreados regularmente por un médico para detectar cualquier cambio en sus niveles hormonales y ajustar la dosis del medicamento si es necesario.
También se recomienda que los atletas que usan furosemida mantengan una ingesta adecuada de yodo a través de su dieta o suplementación, ya que esto puede ayudar a contrarrestar la pérdida de yodo causada por el medicamento. Además, se debe tener en cuenta que el uso prolongado de furosemida puede aumentar el riesgo de hipotiroidismo, por lo que se recomienda limitar su uso a corto plazo y bajo supervisión médica.
Conclusión
En resumen, la evidencia científica sugiere que la furosemida puede afectar la función tiroidea al inhibir la liberación de TSH y aumentar la excreción de yodo. Además, algunos estudios han encontrado una relación entre el uso de furosemida y la disfunción tiroidea en atletas. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos y determinar si existe una relación causal entre el uso de furosemida y la disfunción tiroidea en atletas.
Por lo tanto, es importante que los atletas que usan furosemida sean monitoreados regularmente por un médico y mantengan una ingesta adecuada de yodo para prevenir posibles efectos negativos en su función tiroidea. Además, se recomienda limitar el uso de furosemida a corto plazo y bajo supervisión médica para reducir el riesgo de hipotiroidismo. En última instancia, la decisión de usar furosemida debe ser tomada en consulta con un profesional de la salud y considerando los posibles riesgos y beneficios para cada individuo.
Fuentes:
Kaplan, M. M., Utiger, R. D., & Katz, F. H. (1983). Effect of furosemide on thyroid function