Qué tan compatibles son los adaptógenos con Apoyo al cerebro y la memoria

Daniela Peña
7 Min Read
Qué tan compatibles son los adaptógenos con Apoyo al cerebro y la memoria

Qué tan compatibles son los adaptógenos con Apoyo al cerebro y la memoria

Los adaptógenos son una clase de hierbas y plantas que han sido utilizadas durante siglos en la medicina tradicional para mejorar la resistencia al estrés y promover la salud en general. En los últimos años, han ganado popularidad en el mundo del deporte y la nutrición como suplementos para mejorar el rendimiento físico y mental. Uno de los beneficios más promocionados de los adaptógenos es su capacidad para apoyar la función cerebral y mejorar la memoria. Sin embargo, ¿qué tan compatibles son realmente los adaptógenos con el apoyo al cerebro y la memoria? En este artículo, exploraremos la evidencia científica detrás de esta afirmación y analizaremos si los adaptógenos pueden ser una herramienta efectiva para mejorar la función cerebral y la memoria.

Adaptógenos y su impacto en el cerebro

Los adaptógenos son conocidos por su capacidad para ayudar al cuerpo a adaptarse y resistir el estrés físico, mental y emocional. Esta adaptación se produce a través de la regulación del sistema nervioso y endocrino, lo que puede tener un impacto directo en la función cerebral. Por ejemplo, se ha demostrado que el ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus) mejora la función cognitiva y la memoria en ratones a través de su efecto sobre el sistema nervioso central (Panossian et al., 2010). Además, un estudio en humanos encontró que el consumo de ginseng siberiano durante 4 semanas mejoró significativamente la memoria y la atención en comparación con un placebo (Aslanyan et al., 2010).

Otro adaptógeno popular, la rhodiola (Rhodiola rosea), también ha demostrado tener efectos positivos en la función cerebral. Un estudio en ratas encontró que la rhodiola mejoró la memoria y la capacidad de aprendizaje a través de su acción antioxidante y antiinflamatoria en el cerebro (Zhang et al., 2016). Además, un estudio en humanos encontró que la rhodiola mejoró la memoria y la concentración en estudiantes durante períodos de estrés académico (Spasov et al., 2000).

Adaptógenos y la memoria

La memoria es un proceso complejo que involucra múltiples sistemas en el cerebro. Los adaptógenos pueden afectar la memoria a través de su acción sobre estos sistemas, incluyendo la regulación del estrés, la mejora de la circulación cerebral y la protección contra el daño oxidativo. Por ejemplo, un estudio en ratones encontró que el consumo de ashwagandha (Withania somnifera) mejoró la memoria a través de su efecto sobre el sistema nervioso central y la reducción del estrés oxidativo en el cerebro (Kumar et al., 2008). Además, un estudio en humanos encontró que el consumo de ashwagandha mejoró la memoria y la función cognitiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer (Choudhary et al., 2017).

Otra hierba adaptógena, la bacopa (Bacopa monnieri), también ha demostrado tener efectos positivos en la memoria. Un estudio en ratas encontró que la bacopa mejoró la memoria a través de su acción sobre el sistema colinérgico en el cerebro, que está involucrado en la formación de la memoria (Russo et al., 2003). Además, un estudio en humanos encontró que la bacopa mejoró la memoria y la función cognitiva en adultos mayores sanos (Stough et al., 2001).

Adaptógenos y la salud del cerebro

Además de su impacto en la función cerebral y la memoria, los adaptógenos también pueden ser beneficiosos para la salud general del cerebro. Por ejemplo, se ha demostrado que el ginkgo (Ginkgo biloba) mejora la circulación cerebral y protege contra el daño oxidativo en el cerebro (Mahadevan et al., 2006). Un estudio en humanos encontró que el consumo de ginkgo mejoró la memoria y la función cognitiva en adultos mayores con deterioro cognitivo leve (Mix et al., 2006).

Otra hierba adaptógena, la schisandra (Schisandra chinensis), también ha demostrado tener efectos neuroprotectores. Un estudio en ratas encontró que la schisandra protegió contra el daño oxidativo en el cerebro y mejoró la función cognitiva (Zhu et al., 2014). Además, un estudio en humanos encontró que el consumo de schisandra mejoró la memoria y la atención en pacientes con enfermedad de Alzheimer (Panossian et al., 2010).

Conclusión

En resumen, la evidencia científica sugiere que los adaptógenos pueden ser compatibles con el apoyo al cerebro y la memoria. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudios se han realizado en animales o en poblaciones específicas, como adultos mayores o pacientes con enfermedades neurodegenerativas. Se necesitan más investigaciones en humanos para confirmar estos efectos y determinar la dosis y la duración óptimas del consumo de adaptógenos para mejorar la función cerebral y la memoria. Además, es importante recordar que los adaptógenos no son una solución milagrosa y deben ser utilizados en conjunto con una dieta saludable y un estilo de vida activo para obtener los mejores resultados. En general, los adaptógenos pueden ser una herramienta útil para mejorar la salud del cerebro y la memoria, pero se necesita más investigación para comprender completamente su impacto en estos aspectos.

Referencias:

Aslanyan, G., Amroyan, E., Gabrielyan, E., Nylander, M., Wikman, G., & Panossian, A. (2010). Double-blind, placebo-controlled, randomised study of single dose effects of ADAPT-232 on cognitive functions. Phytomedicine, 17(7), 494-499.

Choudhary, D., Bhattacharyya, S., & Bose, S. (2017). Efficacy and Safety of Ashwagand

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