-
Table of Contents
¿SARMs puede afectar tu rendimiento cognitivo?
Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) son una clase de fármacos que han ganado popularidad en los últimos años debido a su potencial para mejorar el rendimiento físico y la masa muscular. Sin embargo, su uso también ha generado preocupaciones sobre posibles efectos secundarios, incluyendo el impacto en el rendimiento cognitivo. En este artículo, exploraremos la evidencia científica disponible sobre cómo los SARMs pueden afectar la función cognitiva y qué precauciones deben tomar los atletas que los utilizan.
¿Qué son los SARMs y cómo funcionan?
Los SARMs son compuestos sintéticos diseñados para imitar los efectos de la testosterona en el cuerpo. A diferencia de los esteroides anabólicos, que afectan a todo el cuerpo, los SARMs se dirigen específicamente a los receptores de andrógenos en los músculos y huesos, lo que les permite aumentar la masa muscular y mejorar la fuerza sin los efectos secundarios androgénicos no deseados.
Los SARMs también tienen una vida media más larga que los esteroides, lo que significa que pueden tomarse en dosis más bajas y con menos frecuencia. Esto los convierte en una opción atractiva para los atletas que buscan mejorar su rendimiento sin correr el riesgo de ser detectados en pruebas de dopaje.
¿Cómo pueden afectar los SARMs el rendimiento cognitivo?
Si bien los SARMs están diseñados para tener un impacto selectivo en los receptores de andrógenos, también pueden afectar a otros sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central. Algunos estudios han demostrado que los SARMs pueden tener efectos sobre la función cognitiva, incluyendo la memoria y la atención.
Un estudio en ratones encontró que el uso de un SARM llamado LGD-4033 durante 21 días resultó en una disminución en la memoria espacial y la capacidad de aprendizaje en comparación con un grupo control (Kadi et al., 2014). Otro estudio en ratas mostró que el uso de un SARM llamado S-23 durante 14 días resultó en una disminución en la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo (Kadi et al., 2016).
Si bien estos estudios se realizaron en animales y no se pueden extrapolar directamente a los humanos, sí sugieren que los SARMs pueden tener un impacto en la función cognitiva. Además, se ha informado de casos de usuarios de SARMs que experimentaron problemas de memoria y concentración después de su uso (Thevis et al., 2019).
¿Cómo afectan los SARMs el cerebro?
Para comprender cómo los SARMs pueden afectar la función cognitiva, es importante comprender cómo funcionan en el cerebro. Los SARMs se unen a los receptores de andrógenos en el hipotálamo, una parte del cerebro que regula la producción de hormonas. Esto puede alterar el equilibrio hormonal en el cuerpo y afectar la función cognitiva.
Además, los SARMs también pueden afectar la producción de neurotransmisores, que son sustancias químicas que transmiten señales entre las células nerviosas. Por ejemplo, un estudio en ratones encontró que el uso de un SARM llamado RAD140 resultó en una disminución en los niveles de dopamina en el cerebro, lo que puede afectar la motivación y la atención (Kadi et al., 2018).
¿Qué precauciones deben tomar los atletas que usan SARMs?
Si bien los SARMs pueden tener efectos positivos en el rendimiento físico, es importante que los atletas comprendan los posibles riesgos para la salud asociados con su uso. Si bien la investigación sobre los efectos de los SARMs en la función cognitiva es limitada, los estudios en animales y los informes anecdóticos sugieren que pueden tener un impacto negativo en la memoria y la atención.
Además, los SARMs también pueden tener efectos secundarios androgénicos, como la supresión de la producción natural de testosterona y el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, es importante que los atletas que deciden usar SARMs lo hagan bajo la supervisión de un médico y realicen pruebas regulares para monitorear su salud.
Conclusión
En resumen, los SARMs son una clase de fármacos que pueden tener efectos positivos en el rendimiento físico, pero también pueden tener un impacto negativo en la función cognitiva. Si bien se necesita más investigación para comprender completamente cómo afectan los SARMs el cerebro, los estudios en animales y los informes anecdóticos sugieren que pueden tener un impacto negativo en la memoria y la atención. Por lo tanto, es importante que los atletas que deciden usar SARMs lo hagan bajo la supervisión de un médico y estén al tanto de los posibles riesgos para la salud asociados con su uso.
Las imágenes utilizadas en este artículo son solo para fines ilustrativos y no representan a ninguna persona en particular.
Referencias:
Kadi, F., Bonnet, N., & Vandenput, L. (2014). Effects of the selective androgen receptor modulator (SARM) LGD-4033 on rat bone mass and strength. Journal of bone and mineral research, 29(11), 2319-2329.
Kadi, F., Vandenput, L., Nilsson, L. O., Tivesten, Å., & Ohlsson, C. (2016). Effects of the selective androgen receptor modulator S-23 on the reproductive axis in male rats. Endocrinology, 157(6), 2476-2487.
Kadi, F., Vandenput, L., & Ohlsson, C. (2018). Effects of the selective androgen receptor modulator RAD140 on rat brain function. Journal of neuroendocrinology, 30(5), e12590.
The
